Un buen comunicador



Un buen comunicador no nace, se hace. Aunque sí que es cierto que hay personas que tienen mayor facilidad porque tienen cualidades comunicativas más desarrolladas. Aun así, la práctica y la constancia son dos aspectos que tiene cualquier persona, y con las que se pueden trabajar estas cualidades para ser un buen comunicador:
  • Autoconfianza: ésta ayuda a actuar firmemente y perseguir los objetivos impuestos. De esto modo se podrá mostrar seguridad en el mensaje.
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  • Sensibilidad: es una cualidad humana que, sobretodo hoy en día, es muy importante y a veces no somos conscientes de las situaciones en las que se pueden encontrar nuestros receptores. Hay que tener empatía por quien escucha, porque si no se tiene es muy difícil que tu mensaje llegue de una forma eficaz al resto.
  • Proximidad: mostrar cercanía con la audiencia y  mostrar empatía con el resto de las personas.
  • Naturalidad: aunque el discurso este muy preparado y trabajado, siempre tiene que parecer que sea natural. De este modo quedara más claro y el mensaje ganara veracidad.
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  • Sinceridad y credibilidad: un buen comunicador ha de ser sincero y evitar mentir o desviar la verdad. Cuanto más sincero sea el mensaje mayor credibilidad tendrá. Si se tiende a ocultar la verdad repercutirá negativamente en el comunicador.
  • Entusiasmo: más que una cualidad es un estado de ánimo que no necesita ver para creer, porque su fe mueve las montañas. Un político que habla con entusiasmo convence más fácilmente a los receptores y hace ver y llegar el mensaje con mucha más facilidad.

 
Prepararse sobre lo que vas a hablar. 
Para optimizar el mensaje es fundamental prepar y conocer lo mejor posible la materia:
  • Hablar de cosas que se conozcan: evitar utilizar conceptos difíciles de entender o explicar. No hay que ser simples a la hora de hablar, pero si sencillos para aumentar la eficacia.
  • Dominar la materia: nunca hables de lo que no sepas. Tienes que trabajar y conocer bien sobre lo que estás hablando, de lo contraria aumenta el riesgo de enviar mensajes erróneos o confusos que repercutirán negativamente en el mensaje.
  • Tener claros los objetivos de la exposición y su desarrollo. Antes de preparar el discurso, tienes que marcar los objetivos y ordenarlos para basar el desarrollo del mensaje entorno a estos para adquirir una coherencia y dar una cohesión firme.
  • Conocer el público al que va ir dirigido el discurso. Es más que evidente que no es lo mismo dirigirse a los jóvenes que a los más mayores, a la población en general o a los mercados, ... Dependiendo de a quien te dirijas el contenido del mensaje hay que adecuarlo para que sea comprensible y lo mas eficaz posible.
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  • Pensar previamente posibles preguntas o argumentos en contra. Una vez tengamos el discurso hay que pensar posibles preguntas que nos puedan llegar a hacer para aumentar nuestra seguridad en el mensaje y no caer en la trampa de quedarnos en blanco y dejar al público con una mala imagen. Aunque si hablas de cosas que conoces y dominas la materia te será más fácil contestar cualquier pregunta que te pueda sorprender.

Como comunicar.

Ahora toca poner a prueba las cualidades y demostrar que tu mensaje está preparado:

1.  Ten las ideas muy claras antes de comenzar a hablar: haz lo que sea necesario para tener en la mente los mensajes esenciales. Repítelos ante el espejo, escríbelos en un papel. Cualquier fórmula es válida. Y piensa cómo presentarlos para que el público pueda entenderlos. Porque aunque estés hablando con un periodista o con un moderador, en realidad en quien debes estar pensando en la audiencia a la que te diriges.

2.  Ponle entusiasmo. Si no estás de humor es muy difícil que consigas captar el interés de la audiencia. Esto se nota mucho en una conferencia o en una entrevista en televisión y radio, pero también se capta en la prensa escrita.

3.  Relájate. Piensa que eres tú quien tienes la información, la experiencia y las respuestas y que expresarlas con naturalidad es lo mejor que puedes hacer.

4.   Di la verdad. No exageres ni especules. Si no sabes responder a algo, no inventes una respuesta. Es mucho mejor que prometas averiguarla, pero entonces hazlo tan rápido como sea posible.

5.   No bajes la guardia. Tienes que ser cordial y cooperar con la audiencia, pero por muy bien que vaya todo no debes bajar la guardia. La falta de concentración puede hacer que se comentan errores graves o al menos que dejemos de contar cosas importantes.

6.  No supongas que el público tiene conocimientos de tu sector. No uses la jerga de la industria, ni palabras o nombres conocidos únicamente en tu comunidad profesional porque es muy posible que el público no las entienda y pierda atención. Usa el lenguaje común. 

7.  Utiliza palabras y mensajes positivos. La actitud positiva es muy importante. El público se queda con los mensajes más importantes y debemos procurar que el sabor que quede no sea negativo. Di “bien” en lugar de “no está mal”.

8.  No dejes que pongan palabras en tu boca que no sean tuyas. En realidad, decir e interpretar son dos cosas diferentes. Si es una entrevista, asegúrate de que el periodista ha entendido la respuesta. A veces hay desviaciones importantes entre lo que yo he querido decir y lo que el periodista ha creído entender que yo decía. Si es una conferencia, pregunta a tu audiencia si te han entendido.

El Rey pide disculpas
9.  Si cometes un error, es esencial que aceptes la culpabilidad del error y pidas disculpas. Debes pedir disculpas tan pronto como sea posible. Tu disculpa debe ser sincera. Debes ser cercano y tras la disculpa realizar una acción. Si hay algo que puedes hacer para mejorar la situación hazlo inmediatamente. Enmendar un error es una oportunidad de impresionar dándoles una buena imagen.  

10. Gana tiempo para responder a las preguntas difíciles. Hay ocasiones en una entrevista en las que un par de segundos pueden ser muy importantes. Utilice frases hechas como “déjeme contestar poniendo las cosas en el contexto apropiado…” o “es una pregunta interesante, lo que realmente importa es que…” Lo mismo cuando llega el turno de preguntas al finalizar nuestra conferencia.

11.  Y sobre todo, envía ideas que el público no olvide. Y destácalas. Una de las cosas más importantes que podemos hacer en una entrevista es subrayar algunas partes de ella. Enviar señales como “esto es muy importante” o “me gustaría destacar que” es vital en el contexto de una entrevista.

La comunicación no-verbal también es importante.

No hay que olvidar que el mensaje verbal supone un 7% del mensaje. El 93% restante implica la comunicación no verbal: el aspecto físico, la conducta visual, el paralenguaje, la kinésica, etc. Pero, ¿Cuáles son las condiciones para llegar a ser un experto en el ámbito no verbal y simultáneamente un buen comunicador? Mark Knapp analiza la cuestión y dice:

"En última instancia, el desarrollo de las habilidades no verbales dependerá de lo siguiente: 
 
1) Motivación . Cuanto más se desee adquirir habilidades no verbales, mayores son las oportunidades que se tienen para hacerlo. A menudo esta motivación se desarrollará cuando el sujeto sienta que dichas habilidades le ayudarán a mejorar tanto profesionalmente como en la vida personal.

2) Actitud
. Los individuos suelen participar en situaciones de aprendizaje con actitudes productivas o improductivas, como, por ejemplo, "puedo hacerlo" frente a "no puedo hacerlo", "será divertido", frente a "será aburrido". Por motivados que estemos, las actitudes improductivas respecto de la situación de aprendizaje disminuirán inexorablemente el resultado del aprendizaje.

3) Conocimiento
. El desarrollo o refuerzo de cualquier capacidad depende en parte de la comprensión de la naturaleza de la capacidad en cuestión. Parece que inconscientemente obtenemos un gran volumen de conocimiento a partir de la observación de los demás a medida que crecemos. Parte de este conocimiento sólo lo adquirimos cuando oímos o leemos acerca de ello en una fuente distinta. Esta "conciencia naciente" puede ser un ingrediente importante en las adaptaciones futuras.

4) Experiencia
. No se pueden aprender tales habilidades estando aislado. Con una guía adecuada y una útil retroalimentación, la práctica nos ayudará a desarrollar las capacidades no verbales. Cuanto mayor sea la variedad de las propias experiencias, mayores serán las oportunidades de aumentar el aprendizaje. Toda experiencia dada puede proporcionar información útil para el desarrollo futuro de la capacidad, aún cuando se carezca totalmente de ella en esa precisa situación particular."

Por otro lado, los aspectos más habituales no verbales a evitar:

  • Gesticular en exceso con las manos.
  • Tener todo el tiempo las manos en los bolsillos.
  • Moverse en exceso por el escenario.
  • Tener los ojos ambulantes sin fijarlos en el auditorio.
  • Dar la espalda mientras se habla.
  • Gritar al hablar.
Errores no verbales


Comunicar bien no es una tarea fácil, sino que es bastante agotadora. De hecho, Max DePree, un gran comunicador, dice lo siguiente: "Si eres un líder y no estás cansado de comunicarte, probablemente no estés haciendo un buen trabajo". Pero tampoco hay que olvidar que los frutos que se obtienen de una buena comunicación son extraordinarios y muy gratificantes. 

Para ello hay que tener en cuenta todos los aspectos nombrados y aprender de los errores para mejorar. Hay que preparar bien lo que vas a decir y controlar todos los mensajes que se emitan, tanto verbales como no verbales, saber a quién te diriges y cuáles son tus objetivos, y estar preparado para cualquier situación nueva. Y recuerda que un buen comunicador no nace, se hace con el trabajo del día a día.


 


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