jueves, 24 de enero de 2013

La comunicación no verbal en política


La comunicación no verbal es un campo interesante y muy amplio, supone el 93% frente al 7% de la comunicación verbal y es un aspecto fundamental del que no todos somos conscientes. La comunicación no verbal no solo incluye los gestos, o la postura del cuerpo humano, sino que es un campo muy amplio: el contacto visual o el táctil, la conducta  olfativa, las características físicas del interlocutor y los objetos que lleva y su vestimenta, los factores del entorno, el paralenguaje, ... Todos estos son ejemplos de aspectos que se incluyen en la comunicación no verbal y que no siempre se tienen en cuenta. Ya sabéis que “a la mujer del Cesar no le basta con ser honrada, tiene además que parecerlo”.

Pues bien, gran parte del éxito que pueda llegar a conseguir un político dependerá no solo de que consiga transmitirnos la idea, sino de que logre que le creamos. Para ello tiene que transmitirnos el mensaje teniendo en cuenta todos los aspectos de la comunicación, no solo teniendo claro qué es lo que dice, sino cómo lo dice.

Por lo tanto es imprescindible que un político, o cualquier personaje público, conozca este campo y lo domine lo mejor que pueda. Es evidente que hay personas con habilidades comunicativas más desarrolladas que otras, pero con trabajo y constancia se puede conseguir ser todo un experto.

Aunque a veces es difícil cambiar un aspecto en concreto de la comunicación, sobre todo cuando no has nacido con el don de la expresividad, se puede potenciar otros para de este modo equilibrar la balanza. Como es el caso de Zapatero (presidente de España 2004-2011), el cual desde un principio resultaba bastante monótono en sus intervenciones, incluso se le llegó a nombrar como “Sosoman”. Pero con el tiempo trabajó para que sus intervenciones fueran lo menos aburridas posible e intento controlar sus gestos, sus posturas y sus caras, aunque su evolución no fue muy grande.

No obstante, controlar y dominar la comunicación no verbal no es tan difícil, tan solo se necesita tener las habilidades comunicativas adecuadas, trabajar mucho en ello, constancia y tener ganas de aprender. Un buen ejemplo de esto es sin duda Barack Obama (Presidente de EEUU 2009-2017). Ha marcado toda una revolución en lo que a comunicación política se refiere. Hasta entonces, la comunicación política se dirigía en un solo sentido, se centraba solo en la palabra, de un modo frió y mecánico dando un mensaje muy plano.



Obama tiene una puesta en escena brillante: sus gestos, su postura, sus pausas y su contacto visual, todo esto junto con su discurso hacen que su comunicación sea espectacular. Pero lo que más potencia es su voz para conseguir una respuesta masiva. La melodía de su voz provoca a la gente, logra que se unan al ritmo de sus palabras conforme fluyen y se crean parte de ellas. Lo más importante en su discurso no es lo que está diciendo, sino como su voz te guía y te dice como deberías sentirte. Las palabras son irrelevantes, puede que no recuerdes el mensaje cuando deje de hablar, pero sí que sientes algo muy potente dentro de ti.


Por ello hay que tener muy presente la comunicación no verbal, y es que en algunos casos puede determinar los resultados de unas elecciones. Como en el debate político que tuvo lugar entre Nixon y Kennedy en 1960. Nixon, que había pasado dos semanas hospitalizado por una lesión en la rodilla, llegó al debate pálido, se negó a utilizar maquillaje; estaba cansado porque no quiso suspender la campaña para preparar el debate, sudó y para completar un aspecto inquietante, su traje gris se mezclaba con el fondo del estudio. Frente a él, Kennedy aparecía relajado (los asesores le recomendaron que cruzara las piernas al sentarse), ligeramente moreno, y vestido con un traje oscuro que mejoraba su aspecto. Al terminar el debate, la mayor parte de quienes lo siguieron por televisión declararon que lo había ganado Kennedy. Para los radioyentes, sin embargo, el vencedor fue Nixon.

Es por esto que es importante controlar la comunicación no verbal. Y algunos de los consejos y pautas para tener un mayor éxito comunicativo y que siempre hay que tener en cuenta son:

  • Controlar la mirada: no tener una mirada perdida, sino más bien firme y expresiva, y mirando a todo el público.
  • Elegir bien el vestuario: tener en cuenta dónde se va a realizar la acción comunicativa, el contexto, el público y el mensaje. Tiene que estar acorde con lo que se quiere decir, sin que la vestimenta deje de ser cómoda.
  • Buscar el lugar idóneo: saber dónde va a tener lugar para encontrar la ubicación más adecuada y que favorezca la comunicación.
  • Manejar nuestra respiración y tono de voz: la voz supone el 38% en la comunicación. Evitar la monotonía y controlar el paralenguaje: la vocalización, la entonación y el timbre de la voz.
  • Evitar movimientos excesivos de los brazos o manos: hay que gesticular, y los gestos deben de ir en paralelo con las palabras, pero sin excederse ya que puede despistar al receptor.
  • Moverse de forma natural en el espacio de que dispongamos: siempre que se pueda, pero al igual que los gestos no hay que abusar.
  • Sonreír: muy importante, tener una buena sonrisa y trabajar en ello para que sea lo más natural posible.
  • Evitar leer: conocer el discurso, saber sobre qué se va hablar y tenerlo bien trabajado para conseguir naturalidad en el mensaje.
  • Conocer y controlar nuestras emociones: hay que evitar ciertas expresiones negativas y potenciar las positivas para completar el discurso. 
  • Prescindir de barreras: para crear un ambiente más cercano con el público es recomendado no ubicarse detrás de atriles, mesas u otras barreras que dificulten la comunicación con la audiencia.

Estas son algunas pautas que hay que tener en cuenta, pero no hay que olvidar que la comunicación no verbal es un campo muy amplio que engloba muchos más aspectos y todos ellos afectan a la comunicación. Depende del locutor que estos aspectos sean favorables y beneficien a su discurso, de modo que consiga una mayor eficacia, credibilidad y fuerza para conseguir sus objetivos y alcanzar el éxito.

Sin embargo, y a pesar de su gran evolución en la comunicación política, hoy en día no se le da mucha importancia a la comunicación no verbal entre nuestros dirigentes. Hay mucho que mejorar y un largo camino por delante. Pero está en nuestras manos crear el discurso perfecto para lograr el éxito en la comunicación política.

jueves, 27 de diciembre de 2012

El infoentretenimiento en la información política



El infoentretenimiento es un hibrido entre información y entretenimiento en un intento de aumentar la audiencia, haciendo la información más atractiva. Pero este formato, que tuvo sus inicios en los años 90, tiene una serie de repercusiones que acaban afectando al discurso político.


Desde los guiñoles en Canal +, Caiga Quien Caiga o el Informal en Telecinco en los años 90 hasta la actualidad han sido muchos los programas que han copiado este modelo para aumentar la audiencia e informar sobre los asuntos políticos que afectan a la sociedad. Los últimos en sumarse fueron Salvados y al Rojo Vivo en la Sexta o la Noria en Telecinco, entre muchos otros.


Sí que es cierto que el infoentretenimiento en la información política mejora el acceso a la información. Y es que a pesar de que no ofrece un contenido de calidad, sí que acerca los asuntos políticos a la sociedad y genera curiosidad sobre ellos. Con lo que cada individuo se ve obligado a buscar en medios más rigurosos y de información más pura para satisfacer la curiosidad que le ha generado el programa de infoentretenimiento político.


Pero sin duda alguna, la integración de la gran mayoría de los políticos a los formatos de infoentretenimiento ha alterado negativamente su discurso. Son muchos los que buscan su momento de gloria en la televisión, buscan ofrecer un titular a los medios de comunicación y banalizan la política.



El info-show político significa no solo la simplificación de la política, sino su representación en entornos no informativos y menos rigurosos, lo que acaba descontextualizando la política. Un experto en este tema es Silvio Berlusconi, uno de los políticos más mediáticos gracias a su grupo de comunicación Fininvest y a la influencia que tenía en los medios de comunicación públicos cuando estaba en el poder como primer ministro de Italia, ha conseguido descontextualizar la política y desviar los asuntos políticos a otros temas menos serios y menos importantes .



Por lo tanto, podemos decir que el infoentretenimiento en la información política afecta negativamente en el discurso de los políticos, que se dejan llevar por la mediatización y simplifican su discurso. Pero al ser más atractiva la información política que nos ofrece los medios, provoca en la sociedad una curiosidad que antes no se generaba. Lo que crea necesidades informativas que se ven completadas con la búsqueda individual de la información política correspondiente, con lo que se traduce en una sociedad más informada y más preparada y mucho más activa de lo que era antes.

Y tú, qué opinas? ¿El infoentretenimiento es positivo o negativo para nuestra sociedad?

sábado, 1 de diciembre de 2012

La evolución de la política 2.0



Las redes sociales han tenido un gran impacto en la sociedad y han cambiado por completo el estilo de vida de los internautas. Se han convertido en una herramienta casi imprescindible para comunicarnos y gracias a las nuevas tecnologías como las tablets o los smartphones estamos continuamente conectados.

Estas herramientas nos permiten, entre otras cosas, acortar la brecha existente entre políticos y ciudadanos. Puede ser un canal de comunicación en el que los políticos mantienen una relación con los ciudadanos, donde se muestren más cercanos y más “humanos”.

Está claro que uno de los ejemplos más nombrados es Obama. Ha utilizado las redes sociales de un modo brillante, acercándose a la ciudadanía, relacionándose con la sociedad  y generando contenido. Ha sabido utilizar muy bien la red a su favor y, aunque no le reporte directamente votos, sí que ayuda a consolidar su elección.
 
Pero Obama no es el primer político que utiliza este medio para afianzar su candidatura. Ya en 1998, Jesse Ventura utilizaba la red para articular su campaña y llegar a ser gobernador de Minnesota. Fue uno de los primeros en tener una página Web y tenía una lista de correo electrónico en la que se registraban miles de voluntarios. Gracias a estas pioneras acciones consiguió llegar al poder.

Aunque es evidente que no es necesario tener un perfil en twitter para ganar unas elecciones, sí que ayuda. Pero no basta con tener cuentas en las diferentes redes sociales, hay que saber gestionarlas y darles un buen uso. Y es que no todos los políticos están preparados, para tener un perfil en twitter u otra red social. De hecho, para entender mejor este tema, se pueden clasificar en tres grupos:

  • Los que se ven obligados a crearse una cuenta porque le obliga el propio partido o porque su oponente tiene una.
  • Los que solo lo utilizan en campaña. Durante los meses previos tienen una gran participación en las redes sociales, pero pasadas las elecciones desaparecen.
  • Los que realmente creen en las redes sociales y saben utilizarles para comunicarse y acercarse a la ciudadanía y no solo para ganar votos.

Los políticos 1.0 deben de evolucionar a políticos 2.0. Tienen que comprender la importancia de estas tecnologías como una herramienta de acercamiento. De hecho, ya hay políticos que saben cómo gestionar bien una cuenta como @gonzalezpons del PP, @Pedro_Zerolo del PSOE, @agarzon de IU, @monicaoltra de Compromis o @Tonicanto1 de UPyD. Estos son algunos ejemplos de muchos otros perfiles de twitter bien gestionados por parte de un político. Aunque por desgracia abundan más los ejemplos de cuentas mal gestionadas.

Así que aún queda un largo camino por delante, y mucho trabajo por parte de los políticos, para que llegue el día en el que la brecha social existente entre políticos y sociedad sea recortada. Los políticos tienen que evolucionar, ser conscientes de estas nuevas herramientas de comunicación y saber utilizarlas de un modo correcto. De este modo la comunicación con ellos podrá ser constante, personal y cercana, para que de este modo la sociedad tenga un papel un poco más participativo y se sienta más escuchada.

lunes, 19 de noviembre de 2012

¿Mienten los políticos?



Según la encuesta de Metroscopia que se realizó en Junio de 2012, el 78% de los ciudadanos desconfía del actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el 85% del líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba. De hecho, según el CIS, los políticos es el tercer problema que preocupa a los españoles.

¿Por qué desconfían tanto los ciudadanos de los políticos? ¿Sera porque mienten? Yo creo que sí, que los políticos mienten, y más de la cuenta. Sí que es cierto que en ocasiones tienes que guardarte alguna carta, no puedes decir toda la verdad porque hay información que no todo el mundo está preparado para escuchar. O dar un comunicado en un momento o en otro puede hacer cambiar el rumbo de los acontecimientos a mejor o a peor.

Pero, por qué mienten tanto? A lo mejor a corto plazo pueden conseguir alcanzar unos objetivos determinados, como ganar votos, pero a medio-largo plazo solo perjudica la imagen del político y de su partido.

¿Mienten porque no tienen castigo? Cuantos políticos han dicho algo que no era cierto y luego han salido sin ninguna represaría. Si es el caso, suelen alegar que el contexto era diferente, o reconocen que estaban equivocados y con unas simples disculpas basta, o directamente lo niegan, a pesar de que hayan pruebas que demuestren lo contrario.

A lo mejor no mienten, sino que están mal informados. Es posible que solo sean unos peones dentro de un juego de estrategia mucho más amplio de lo que parece, cuyo objetivo del juego es gobernar, y donde los verdaderos jugadores no muestran su cara. Aunque esta opción es un poco más improbable. Aunque sí que es cierto que dependen mucho de los grandes poderes económicos.
 
La verdad no sé qué pensar, solo sé que no dicen toda la verdad, y es evidente que no somos tan ignorantes para que nos traten tal y como lo hacen. Y tú, qué piensas?


martes, 23 de octubre de 2012

Errores más comunes entre los políticos


Son muchos los fallos de comunicación que tienen los políticos. Pero si nos damos cuenta, el fallo más común suele ser por desconocimiento o por no estar bien informados sobre el tema que se está hablando. Este fallo tan común lleva al error de inventar cosas y/o mentir, con la que la imagen del político se desprestigia.
 
Un político debe de estar bien informado, como mínimo, de las cosas sobre las que habla. Si surge una pregunta o un tema que no se tiene preparado y no estás seguro de la respuesta es mejor reconocer su desconocimiento antes de cometer el error de equivocarse. Y dar respuesta a la pregunta tan pronto como se pueda. Eso sí, estos casos hay que evitarlos, estando bien informados de todos los temas que puedan surgir y preparando posibles preguntas para tener una respuesta para cada una de ellas. 
Andrea Fabra: "Que se jodan"
Otros de los fallos comunicativos más comunes es cuando un político pierde los papeles. Esto es un error muy grave que se comete más de lo normal. Un político debe de hablar de un modo moderado, controlando la situación, con seguridad, madurez y respeto, aunque el otro no lo guarde. Es muy importante el respeto, no solo con tu interlocutor, sino con todos los ciudadanos que te están viendo. En el momento que pierdes el respeto, pierdes la razón y desprestigias la imagen propia y la del partido. 


 Por otro lado, los políticos están continuamente echándose piedras los unos a los otros. Esto no solo desprestigia la profesión política, sino que se pierden muchas oportunidades de comunicación.  Toda ocasión de poder comunicar tiene que ser aprovechada al máximo. No digo que no se critiquen entre las diferentes fuerzas, pues las críticas, siempre que sean constructivas, son positivas para poder entender cómo ven la misma situación otro punto de vista. Lo que no está bien es que esta disputa sea continua entre unos y otros, dejando de lado asuntos mucho más importantes.

Por último, los políticos siempre tratan de ocultar o desvirtuar la verdad para su propio beneficio. Y está claro que esta técnica nunca funciona. Los ciudadanos están más que informados, tienen acceso a toda la información que puedan y más gracias a Internet, y es muy difícil engañarlos. Mantener una mentira es una de las peores cosas que se puede hacer, porque al final solo se consigue perder la confianza de los ciudadanos.

Así que para evitar estos errores tan comunes infórmate y entiende lo que estás diciendo, controla tus mensajes más impulsivos, tanto verbales como no verbales, aprovecha todas las oportunidades que tengas de comunicar para comunicar y di la verdad en todo momento.